He
tenido la suerte de no haber visto el filme de Makoto Shinkai al que
adapta el manga que hoy nos ocupa. Es algo que al propio Makoto le
hubiera gustado poder hacer: leer este manga con los ojos limpios,
sin el poso de conocer ya todo el argumento y su desarrollo. Lo
comprendo, pues puedo decir que ha sido una experiencia enormemente
gratificante el haber viajado por la mítica Agartha sin conocer nada
de antemano. Y a medida que lo iba leyendo rememoraba los versos del
célebre poema de Cavafis: "Cuando emprendas tu viaje a
Ítaca/pide que el camino sea largo,/ lleno de aventuras, lleno de
experiencias". Viaje a Agartha es una de aquella obras
que deseas que nunca termine, que el viaje no acabe y que no hayas de
volver al hogar hasta muy, muy tarde. Es sencillamente una obra
tierna y emotiva que nos habla de pérdida y del reencuentro, de la
muerte y de la vida: desconozco la calidad el filme (aunque siendo de
Makoto Shinkai puedo aventurarme a que será alta) pero la adaptación
de Tomoko Mitani es tremendamente bella.
La
protagonista de este fantástico viaje es Asuna, quien acaba de
perder a su padre. Antes de morir, este le regala una extraña piedra
y una radio con la que trata de volver a escuchar aquella nana que su
padre le cantaba para dormirla. Un día, tras la muerte de su padre,
conoce a Shun, un extraño joven que parece provenir de una lejana
tierra, pero que tiempo después desaparece sin dejar rastro. Será
en ese momento cuando Asuna inicie su viaje a Agartha en busca de
Shun y acompañada de dos personajes antitéticos: Shin, habitante de
Agartha y hermano de Shun, encargado de preservar la cultura del
mítico país; y de Morisaki, quien ha perdido a su mujer tiempo
atrás y busca resucitarla gracias a los dioses de Agartha (sí, como
en el mito de Orfeo y Eurídice). Con este triángulo de
protagonistas se inicia un peregrinaje hacia Agartha inolvidable.
Y
lo es, entre muchas razones, por sus personajes protagonistas: pese a
que no comparten objetivos, comprendes las motivaciones de todos
ellos, teniendo en Morisaki, quizás, al personaje más ambiguo de
todos. Un profesor carcomido por la tristeza de la pérdida que será
capaz de todo por tal de recuperar a su difunta esposa Lisa. Y pese a
que muchas de las cosas que hará no las compartiremos, hay un
esfuerzo enorme en que comprendamos sus motivaciones y que se nos
haga difícil no llegar a empatizar con él. Como digo, es el
personaje más interestane, pero no se quedan atrás ni Shin ni
Asuna: el primero ha de oponerse a muchas de la ideas preconcebidas
que tenía de los seres humanos y entrar en confrontación directa
con su propio pueblo; Asun, por su parte, es una joven inundada por
la melancolía causada por la pérdida del padre y que se ha sumido
en el aislamiento. Todos ellos están perfectamente construidos y
escritos.
Pero
no sólo de personajes vive este manga: Agartha es un país mítico
que fascina a poco que empezamos a saber de él. Tanto los poderes
que oculta y su geografía como los impresionantes guardianes que la
protegen y los monstruos que la habitan son ingredientes que van a
enamorar a todos aquellos que disfrutamos con la representación de
lugares fantásticos, imaginarios. Es una lástima que no veamos más
de este espacio, pues lo que se nos llega a mostrar es una auténtica
maravilla: la arquitectura decadente, los monstruos, los guardianes,
los dioses... todo está representado con mimo y mucha imaginación.
A
todo ello ayuda el dibujo de trazo limpio de Tomoko: su
representación de la acción es prístina y además hace gala de
algunas ideas visuales y de composición de viñetas realmente
imaginativas y elegantes. Sin ir más lejos, y sin destripar el
argumento, hay una lectura de una carta que está plasmada
visualmente de una manera emotiva pero sin entrar en la cursilería.
Tomoko hace un trabajo excelente en su adaptación.
Por
todo ello, estamos ante una obra de obligada lectura para todos
aquellos que disfruten de las grandes aventuras, de los viajes que
deseamos que nunca acaben, de unos personajes tan bien escritos que
nos van a acompañar durante mucho tiempo tras cerrar el manga.
Makoto la cataloga como una "obra juvenil", en tanto que
ello hace referencia a esa capacidad de descubrir esos otros mundos
que habitan tras este, esa pasión por lo desconocido y las pequeñas
maravillas que nos envuelven. Viaje a Agartha es una obra
ineludible para aquellos que aún quieran vivir aventuras y descubrir
otros mundos.
La editorial Planeta Cómic nos trae este manga de 544 páginas que podéis adquirir aquí.
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