Reseña: Babyteeth nº 01 (Donny Cates y Garry Brown)

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Bueno, bueno, bueno. ¿Sabéis cuando empezáis a leer un cómic y sabes bien que no te va a dejar ir hasta que hayas leído su última página? ¿Sí? Pues entonces os hacéis una idea de lo que os espera en el momento en el que abráis Babyteeth y os adentréis en la trágica historia de Sadie Ritter. Lo cierto es que desde Saga, la magnífica obra de Brian K. Vaughn, pocas obras habían conseguido engancharme de forma tan inmediata y merecida: la obra de Donny Cates y Garry Brown tiene fuerza, tiene, como se diría, punch, te agarra y no te deja ir en ningún momento. Háganme caso, aunque sólo sea por esta vez, y háganse un favor: acérquense a esta obra sin pensarlo dos veces porque os va a sorprender muy gratamente.

Gran parte de la culpa de que no podamos dejar de leer la tiene el guion por su inteligente estructura y sus personajes: Sadie Ritter es una joven de 16 años que se ha quedado embarazada. Únicamente se lo ha comunicado a su hermana Heather, una peligrosa sociópata con un largo historial delicitivo que trafica con drogas y que protege a su hermana de todo aquel que quiera hacerle daño. Algo que le irá de fábula a Sadie porque Clark, el hijo de la protagonista, no es un simple bebé: se trata del Anticristo, que ha venido a tirar abajo las barreras que separan nuestro mundo del demoníaco. La Silueta, un extraño grupo que opera en la sombra, se dedica a acabar con todas las encarnaciones del Anticristo y están decididos a matar a Clark, para lo que enviarán a una serie de asesinos. A esto hay que sumarle la aparición en nuestro mundo de un mapache demoníaco que hará las cosas un tanto más complicadas si cabe…

¿Qué? ¿Os parece poco? Sí, el argumento creado por Donny Cates es una absoluta locura pero… ¡funciona! Y funciona gracias a sus personajes: todos y cada uno de ellos son creíbles. Desde la indecisa Sadie, una joven adolescente que aún no sabe ni por donde camina, hasta Heather, quien pese a su sociopatía la aprecias por ser una hermana mayor tan comprometida en la protección de su hermana (y por sus drásticos métodos, para qué engañarnos), pasando por el padre de ambas, un piloto del ejército que deparará alguna que otra sorpresa. Ya no es solo que estos personajes tengan un carisma que nos encandilará, sino que su retrato es realista dentro de un texto profundamente fantasioso, creando una brecha por donde nos vamos a colar. Se intuyen en el horizonte muchos otros personajes, lo cual acrecienta las expectativas por lo que nos va a deparar la obra.

Esto nos lleva al otro gran punto a favor de la obra: las constantes referencias a futuros sucesos. Este ir y venir dentro de la narración genera una serie de expectativas que alimenta nuestra ganas de seguir leyendo. Una jugada inteligente que, de nuevo, me recuerda a la narración de Saga. Este horizonte que se nos va dibujando poco a poco y que sabemos que vamos a tardar en alcanzar solo hace que acrecentar nuestro interés en una historia que, ya de por sí, es altamente atractiva.

Sumémosle un dibujo de Garry Brown duro y anguloso, escabroso y oscuro para recrear este universo tan oscuro y violento en el que se van a mover los personajes. Además hemos de sumar a ello algunas soluciones visuales muy imaginativas que enriquecen el apartado visual, repleto de claroscuros. Ciertos toques de gore van a dar las notas de horror necesarias para que no podamos apartar la mirada de esta obra en la que dibujo y guion se dan la mano para atraparnos sin remedio.

Por todo, Planeta Cómic tiene una gran baza a su favor con esta nueva colección del sello Aftershock: con este primer tomo, que recopilar los cinco primeros número, se nos abren las puertas a una serie que vamos a seguir de cerca porque va a dar mucho que hablar por su gran calidad. Yo sería capaz de seguir a Sadie hasta el mismísimo infierno para poder leer sus (des)venturas. Sinceramente, imprescindible.

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