Analizamos una de las
sorpresas del pasado mes de octubre, y por supuesto del año. Un título que para
muchos ya es el mejor juego basado en la mitología creada por JRR Tolkien.
Un poco de historia.
Sombras de Mordor nos
sitúa en un algún punto intermedio entre los acontecimientos sucedidos en El
Hobbit y El Señor de los Anillos. Asumiremos el papel de Talion, un noble
montaraz perteneciente a la guardia que protegía las murallas de la Puerta
Negra. Y hacemos bien en referirnos a Talion en pasado, ya que los ejércitos de
Sauron, cada vez más poderosos, han conseguido acabar con la resistencia humana,
esclavizando y asesinando a todo hombre, mujer y niño. Entre las víctimas
mortales se encuentra nuestro protagonista, su mujer y su hijo, que son brutalmente
asesinados por una partida de orcos liderados por un comandante llamado La Mano
Negra. Tras acabar con la vida de esta familia, parece ser que los responsables
de la masacre se disponen a llevar a cabo un ritual para atraer a un espíritu.
En este momento entra en
juego el otro protagonista de la historia, Celebrimbdor, un elfo que jugó un
papel crucial en la historia de La Tierra Media, y que para sorpresa nuestra, o
tal vez no tan sorpresa si hemos visto los trailers y gameplays, el espíritu de
este elfo entrará dentro de Talion fundiéndose el cuerpo de uno y el espíritu
del otro en una única entidad. A partir de aquí comenzará nuestra cruzada para
vengarnos, tanto por parte del Elfo que nos posee, como por nuestra parte, de
La Mano Negra.
Como podéis comprobar,
los desarrolladores han tratado de dotar al juego de una gran carga dramática
con esta historia, aunque bajo nuestro punto de vista, el argumento es lo de
menos ya que lo mejor del juego es su adictiva jugabilidad.
La genial dualidad.
El hecho de que el
cuerpo del protagonista asesinado haya sido invadido por el espíritu atormentado
de un elfo, no es sólo un recurso argumental, si no que será la principal
característica del juego. Desde este momento, podremos alternar entre el plano
físico y el espectral, donde asumiremos el aspecto fantasmagórico de
Celebrimdor.
Como os podéis imaginar,
en el plano físico, como Talion, podremos realizar todas las acciones típicas
de un juego de acción como correr, saltar y trepar haciendo uso de nuestro
parkour al más puro estilo Assassin’s Creed, combatir a nuestros enemigos con
un sistema de combos prácticamente idéntico a la Saga Arkham de Batman, montar
poderosas bestias e interactuar con elementos del entorno. Sin embargo, cuando
activamos el modo espectral, seremos capaces de, por ejemplo, encontrar
artefactos de otra era ocultos por todo Mordor, localizar a nuestros enemigos
como si de un radar dispusiéramos, hacer uso del arco élfico, activar las
torres de forja, lo cual desbloqueará nuevas zonas del mapa y las misiones
correspondientes, además de poder viajar rápido entre torres.
La dos personalidades de
Talion se extienden más allá de la historia y la jugabilidad, ya que el sistema
de talentos está dividido en el plano físico y espectral, pudiendo elegir
potenciar las habilidades de Talion, los poderes de Celebrimbdor, o buscar un
equilibrio entre ambos. a través del árbol de talentos, también desbloquearemos
las casillas de runas mágicas para nuestras armas, que durante todo el juego
serán las mismas, espada, daga y arco. A priori puede parecer un arsenal
escaso, pero nada más lejos de la realidad, ya que conforme aumenten nuestros
poderes gracias a la combinación de
runas, dispondremos de una considerable variedad de ataques, combos y
habilidades mágicas.
Toda acción tiene su
reacción.
Uno de los elementos más
novedosos de este juego y que más nos ha llamado la atención, es lo que se ha
dado a conocer como Sistema Nemesis. Un sistema de jerarquías entre los
enemigos que convertirá el juego en una experiencia casi infinita, si queremos.
Nuestros enemigos, los
orcos, no son simples “masillas”, y cada uno tendrá su nombre, puntos fuertes y
debilidades, además de contar con un aspecto casi único. Por sorprendente que
parezca, es muy difícil encontrar dos orcos iguales. Los chicos de Monolith han
creado tal cantidad de caras, cuerpos, color de piel, ropas, armaduras,
cicatrices, quemaduras, peinados, etc, que es prácticamente imposible ver dos
enemigos con el mismo aspecto. Estos orcos basan su sociedad en diferentes
tribus lideradas por capitanes, campeones y en más alto grado, caudillos. Lo
más curioso es que, además de querer separar la piel de nuestros huesos, los
orcos tienen sed de poder y combatirán entre ellos por hacerse con el control
de su propia banda hasta convertirse en caudillos. Esto generará
enfrentamientos, pruebas de fuerza, traiciones y emboscadas que elevarán el
nivel del orco vencedor.
Otro elemento que hará
subir a nuestros enemigos de nivel será nuestra propia muerte, y es que si nos
vencen, este orco será promocionado a un rango mayor aumentando su poder y
liderazgo. También nos recordarán si volvemos a por venganza, y también podremos
vengar la muerte de nuestros contactos de PS Network. En cuanto a la venganza
hay que ser precavidos y no caer dos veces en la misma piedra, ya que cuantas
más veces nos mate el mismo orco, más poderoso se hará. Pero no solo muriendo
subirán de nivel los orcos, ya que si matamos a un líder, esto dejará un hueco
que será ocupado por otro, o por ejemplo, si intervenimos en un duelo, podremos
hacer que suba de nivel o evitar que lo haga, el orco que nos interese.
Aspectos técnicos.
La Tierra Media: Sombras
de Mordor nos presenta un mundo no demasiado grande, ni demasiado rico en
detalles, pero que cumple perfectamente su cometido. Hay que tener en cuenta
que nos encontramos en una tierra árida, corrompida y en ruinas por lo que no
podemos esperar demasiada variedad de escenarios, estamos en la tierra del
Señor Oscuro.
La calidad gráfica del
juego es en general correcta para un juego transgeneracional, aunque la factura
técnica de los orcos es impresionante, muy superior a la del resto de
protagonistas y elementos del juegos. Los ejércitos de Sauron nunca lucieron
tan bien.
La banda sonora juega en
otra liga. Los temas creados para esta aventura se amoldan perfectamente a cada
situación y da gusto escuchar cada una de las pistas que componen la música del
juego. Además, todas las voces del juego están traducidas al castellano con un
doblaje bastante bueno. De nuevo, el mejor es el de los orcos, que por si fuera
poco, corean el nombre de sus campeones cada vez que entran en escena.
Sin duda estamos ante un
título altamente recomendable, adictivo, con una maravilla de sistema de
jerarquías que seguro creará escuela, y posiblemente este Sombras de Mordor,
sea el primero de una exitosa franquicia.
Opinión general: Un gran juego que nos
ha sorprendido con su jugabilidad y sistema de jerarquías. Posiblemente el
mejor juego basado en La Tierra Media.
Lo mejor: adictiva jugabilidad,
sistema nemesis, genial banda sonora.
Lo peor: mapeado limitado,
historia escasa, el juego puede resultar algo sencillo una vez adquirimos
poderes.
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